En las últimas semanas, el término “tierras raras” ha captado la
atención nacional y fue el foco de interés en la visita al país de Marco
Rubio, secretario de Estado de EE.UU. en la que se anunció oficialmente
que la nación norteamericana apoyará a República Dominicana en la
exploración de este valioso recurso.
El geólogo Osiris de León, en la Entrevista Especial elCaribe-CDN,
despeja ciertas dudas sobre estimaciones, comparaciones y terminología
empleada en este histórico encuentro y en las reacciones generadas. Por
ejemplo, ¿Por qué se dice que un país tan pequeño como República
Dominicana tiene más reservas de tierras raras que el gigante asiático,
China?
Consciente de que los temas sobre explotación minera en sentido
general pueden traer consigo incertidumbre tanto en las comunidades
impactadas como en grupos a favor del medioambiente, el ingeniero
geólogo y de minas afirmó que este proceso de exploración no impactaría
negativamente parques nacionales y no se prevé desplazamientos ni
reubicación masiva en las zonas sureñas donde se ha identificado
presencia de este conjunto de minerales.
Osiris consideró propicio el momento para motivar a desmontar el
discurso antiminero que dice ha primado y exhortó a mejorar la
percepción de la gente respecto a la explotación minera. “Quizás a los
gobiernos de todos los países les ha faltado asumir más un discurso
prominero, pero es muy difícil que Estados Unidos, Canadá, en cualquier
país, que los presidentes y los ministros estén hablando mucho a favor
de la minería, siempre el discurso es a favor del medioambiente”
En tal sentido, sugirió buscar ese “punto de equilibrio, cómo
desarrollamos una minería metálica o no metálica o una minería
energética de hidrocarburos o de carbón pero sin agredir al
medioambiente”. Siempre con la garantía de que cada operación minera
cumpla con su plan de remediación ambiental.
Entonces surgió la pregunta por parte del director del periódico
elCaribe, Nelson Rodríguez, acerca de que si en este proceso de
exploración de tierras raras resultarían afectados algunos de los
parques nacionales circundantes.
“No, no, porque lo que tú vas a hacer es lo mismo que hacía Alcoa
(Exploration Company). Tú vas a llevar una pala mecánica, vas a sacar
material, lo subes en un camión y te lo llevas para una planta de
proceso”.
Con la precisión y la destreza comunicativa que le caracteriza
explicó que el depósito del Aceitillá, que es el que está más alto
topográficamente, cae dentro del Parque Nacional Sierra Bahoruco, pero
el de Las Mercedes no entra en esta categorización.
No obstante puntualiza: “La propia ley ambiental y la ley de áreas
protegidas deja abierta la figura de modificación de los parques siempre
que el Estado lo considere pertinente, porque todos los límites de
todos los parques nacionales, desde los primeros que establecimos cuando
Trujillo que fueron el Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez,
tienen límites provisionales”.
¿Y cómo le podemos decir a la gente de Pedernales, que ya tienen a
los que están haciendo la exploración, qué es eso y por qué el interés?,
preguntó Alba Nely Familia, directora de CDN37.
El geólogo respondió que en parte este proceso no es nuevo para esta
comunidad. Se remonta a 1983, cuando Alcoa (Exploration Company)
concluyó sus explotaciones de bauxita en el país, pero más tarde se
marchó porque este mercado ya no le era atractivo. Precisó que estas
operaciones marcaron el antes y después de Pedernales, pero cuando se
fue la compañía también cayó la economía de esta zona.
“El retomar el depósito de Las Mercedes, el de Aceitillá, del Turco,
de Los Arroyos, le vas a crear de nuevo un impacto económico de primer
nivel a la gente de Pedernales y evidentemente una comunidad que quiere
prosperar económicamente va a ver ahí su objetivo primario de empleo, de
dinámica económica, semanal, quincenal, mensual. Y lo que ellos van a
hacer, ya lo hacían entre los años 1959 y 1983, remover esa laterita que
está ahí, esa tierra, como le llama la gente, que tiene altos
contenidos de hidróxido de aluminio, pero que ahora lo que se busca son
los elementos de tierras raras”, explicó.

Las tierras raras son el futuro
El experto en
minería resaltó que en estos tiempos la alta tecnología está demandando
elementos de tierras raras para la cohetería, para los satélites, los
teléfonos celulares, los vehículos eléctricos, los molinos de viento,
parques eólicos, televisores de pantalla plana, por citar algunos
avances. “La tecnología hoy día está dependiendo fundamentalmente del
oro para los microchips y de los elementos de tierras raras, de los
cuales no dependía 30, 40 y 50 años atrás”, subrayó.
“Hoy día los países que están a la vanguardia en el desarrollo
científico y tecnológico andan explorando dónde hay elementos de tierras
raras. ¿Por qué? Porque en caso de una contingencia imprevista, tú
tienes que estar preparado y no depender de un mercado lejano que por
demás pueda ser competitivo contigo”, sostuvo.
Su recuento condujo inevitablemente a la visita de Marco Rubio, quien
concluyó en Santo Domingo su primera gira como secretario de Estado de
la potencia norteamericana, donde anunció que organismos dominicanos e
ingenieros del ejército de su país están colaborando para identificar y
eventualmente extraer tierras raras, que son “muy importantes” para
continuar con los avances tecnológicos en este siglo.
Al respecto, el ingeniero geólogo consideró que es lógico y
entendible que Estados Unidos decida explorar elementos de tierras raras
en el Caribe, en Centroamérica, en Suramérica, en su propio territorio
continental, en Puerto Rico, que es un territorio insular, en algunas
zonas de Canadá, porque está explorando en la vecindad.
“Es decir, si logro cuantificar aquí grandes volúmenes de reservas de
elementos de tierras raras, no tengo que depender de Asia. Con lo que
tenga en mi región es suficiente”, infirió. Osiris agregó que “sobre esa
base se establecen acuerdos entre los países de forma tal que, si yo te
ayudo a desarrollar la exploración y te puedo inclusive facilitar en
cierto modo la explotación, puedo tener una participación dentro de ese
proyecto. Y creo que por eso es que Estados Unidos hoy día está mirando
no solamente a República Dominicana, sino a cualquier país
latinoamericano, centroamericano o caribeño insular que pudiera tener
reserva”.
Uno de los puntos que más ha dado de qué hablar en torno al tema, es
precisamente las declaraciones preliminares del presidente Luis Abinader
acerca de que en la República Dominicana posiblemente hay reservas
brutas de unos 100 millones de toneladas de tierras raras.
Estimaciones que al exministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde,
les parecieron arriesgadas y exageradas, por lo que puso en dudas que
la República Dominicana posea una cantidad tan significativa de tierras
raras, cuando China, líder mundial en este sector, cuenta con reservas
estimadas en 44 millones de toneladas métricas, que representa el 37% de
las reservas globales.
Sobre estos cuestionamientos Osiris de León consideró necesario
aclarar que las reservas mineras de un determinado territorio del
planeta no tienen que ser directamente proporcionales a la superficie
territorial. “República Dominicana tiene más oro que Brasil, Colombia y
Venezuela. Venezuela tiene más petróleo que el resto del mundo.
Sudáfrica tiene más diamantes que el resto del mundo. Los minerales
están concentrados en el subsuelo de forma puntual, focal”, explicó.

Por qué RD tiene más reservas que China
Al referirse a las comparaciones sobre reservas de tierras raras que
inclusive han sido material de caricatura, explicó que las reservas se
dividen por etapas, primero inferidas, luego probables y la última fase
es probada.
“Los 44 millones de toneladas métricas en China, esas
son probadas pero aquí estamos hablando de 100 millones de toneladas
que son probables”, dijo. “Para que la gente tome una referencia cuando
Alcoa se fue a principio del año 1983 le dijo al país: miren dentro del
área que yo he estado explotando ahí quedan 30 millones de toneladas
métricas, ahora cuando tú le sumas los demás depósitos que Alcoa no ha
estado explorando y que triplican las áreas te da una estimación cercana
a 100 millones”, subrayó. Agregó: “Todavía no podemos ir al banco con
las reservas probables porque el banco es muy estricto y me dice
certifícame lo que tienes, entonces continuas el programa de
exploración, haces más sondeos, trincheras, muestreos, análisis químicos
y entras en una fase de prefactibilidad y ahora le puedes hablar al
banco, al país y a tus socios de reservas probadas”.