«Juro» que «este nuevo período presidencial será el período de la paz», prometió Nicolás Maduro. » ¡Lo
juro por la historia, lo juro por mi vida, y así cumpliré!», añadió.
«Queda usted investido en el cargo de presidente constitucional»,
respondió el presidente del Parlamento, el dirigente chavista Jorge
Rodríguez.
Maduro calificó su juramentación de «gran victoria de la democracia
venezolana». «Digan lo que quieran decir, hagan lo que quieran hacer,
pero esta toma de posesión (…), constitucional, no la pudieron impedir y
es una gran victoria de la democracia venezolana (…). Paz, paz, paz. No
pudieron ni podrán», afirmó Maduro, quien se dijo blanco de una
«conspiración» de «Estados Unidos y sus satélites y esclavos en América
Latina y en el mundo».
En los alrededores del legislativo y el resto de los poderes
públicos, en el centro de Caracas, el ya masivo aparato de seguridad
fue reforzado. Venezuela además ordenó hasta el lunes el cierre de su
frontera terrestre y espacio aéreo con Colombia, tras enterarse de una
supuesta «conspiración internacional».
«Golpe de Estado»
La oposición, que reclama un triunfo del exiliado Edmundo González
Urrutia sobre Maduro en las elecciones del pasado 28 de julio, calificó
enseguida de «golpe de Estado» la juramentación del gobernante
socialista.
«Con la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro (…), apoyado
por la fuerza bruta y desconociendo la soberanía popular expresada
contundentemente el pasado 28 de julio, se ha consumado un golpe de
Estado», dijo en un comunicado la principal coalición opositora, la
Plataforma Unitaria. «González Urrutia es quien debe ser juramentado»,
agregó, anunciando que ahora «comienza una nueva fase en la lucha por
la democracia».
Edmundo González está en República Dominicana, última escala de una
gira internacional que debía culminar en un vuelo privado a Caracas para
intentar jurar por la presidencia. María Corina Machado informó por su parte que explicará desde la clandestinidad «lo que viene».

Reacciones internacionales
Las reacciones a nival internacional no tardaron. Estados
Unidos subió a 25 millones de dólares la recompensa por la captura de
Maduro y su ministro del Interior, Diosdado Cabello. También decidió
imponer nuevas sanciones a ocho funcionarios venezolanos.
Maduro no tiene «ninguna legitimidad democrática», según la jefa de
la diplomacia europea, Kaja Kallas. «La Unión Europea está al lado de
quienes defienden los valores democráticos en Venezuela», añadió en un
comunicado en nombre de los Veintisiete. La UE amplió sus sanciones
incluyendo a 15 miembros del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, el
poder judicial y las fuerzas de seguridad.
El Reino Unido, calificando de «fraudulento» al gobierno de Maduro,
estableció asimismo nuevas sanciones contra 15 personas, alegando que
son responsables de violaciones a los derechos humanos y de socavar la
democracia y el Estado de derecho.
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