Santo Domingo.- “Tenía problemas con mis padres, con mis hermanos, no teníamos una relación sana. Mi matrimonio estaba en caos.
Ante los ojos del mundo, yo tenía todo, pero en realidad, no tenía
nada. Me faltaba lo más importante: Jesucristo en mi corazón”, el
testimonio del cantante puertorriqueño Daddy Yankee durante un culto en la iglesia.
Raymond Ayala Rodríguez, nombre de pila del intérprete de la « Gasolina» reveló que, mientras parecía disfrutar de una vida de lujos y fama, vivía una crisis personal profunda.
Frente a una congregación que lo escuchaba atentamente, Daddy Yankee
aseguró que su transformación no fue fácil, pero sí necesaria.
La conversión al cristianismo marcó un punto de inflexión en su vida.
“Vi a artistas que me inspiraron en mi juventud sucumbir a
sobredosis o al suicidio, teniendo supuestamente ‘todo’. No quería ese
final para mí. Pero cuando estaba solo en un hotel a oscuras, me di
cuenta de que había perdido lo más importante: una comunión con Jesús”,
recordó con un tono de arrepentimiento y gratitud.
La reacción del reguetonero llega en medio de un proceso legal con su esposa, Mireddys González, a quien acusó de intentar desviar $100 millones de sus empresas.
Además, mencionó que sus relaciones familiares también se encontraban en crisis antes de su conversión.
“Jesús me rescató del abismo. Hoy puedo
decir que, aunque el proceso no ha terminado, mi vida está tomando un
nuevo rumbo, y quiero que otros también encuentren esa paz que yo he
encontrado”, concluyó el cantante.

Daddy yankee Y Mireddys González.
La nueva etapa de Daddy Yankee ha generado opiniones divididas entre sus seguidores.
Mientras algunos lo critican por exponer públicamente sus problemas
personales, otros ven en él un ejemplo de transformación y esperanza en
medio de las adversidades. Lo cierto es que su testimonio ha dado mucho
de qué hablar y sigue dejando una huella tanto en el ámbito artístico
como espiritual.
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